Tomando residencia en una suite elegantemente adornada
con muebles de caoba y bronce, Pablo pronto descubrió que la reputación de la
calidad del hotel era merecida. Luego de una noche de buen sueño y un desayuno
de crepes y huevos de ave, Pablo decidió corregir su opinión sobre Londres.
Tuvo que admitir que una ciudad con tantas casas de cafés, jardines y teatros,
no podía ser tan mala.
Un día de reuniones y una larga cena en una taberna local
hubieran dejado exhausto a Pablo, pero encontró difícil dormirse esa noche. Él
tenía miedo de estarse enamorando de Candela Espósito. Él la quería, la
adoraba, la deseaba ardientemente, cada maldito momento. Sin embargo, cada vez
que él pensaba que hacer con ella, llegaba a la misma conclusión. Pablo
Martínez no era del tipo que se casaba, y aun si lo fuera, a él le importaba
demasiado ella para exponerla a los tiburones de su familia. Peor aún, él
estaba tan malditamente casado con la botella para considerar en tomar una
novia y eso era algo que él dudaba pudiera solucionar, aunque lo quisiera.
Comenzó una tormenta, los truenos resonando y aplaudiendo
mientras que la lluvia caía en explosiones intermitentes. Pablo abrió la
ventana un milímetro o dos para dejar que el olor a la lluvia de verana se
colara en el cuarto. Tendiéndose entre las sabanas frescas, el trató y falló de
dejar de pensar en Cande. En algún momento del medio de la noche, sin embargo,
fue rescatado por el golpecito en la puerta de su cuarto y el tranquilo
murmullo de su ayuda de cámara.
- ¿Sr. Martínez? Disculpe, alguien lo espera en la puerta
de entrada. Le pedí que volviera a una hora más apropiada, pero ella no se ira
-Pablo luchó para incorporarse y bostezó, rascándose el pecho.
-Pablo: ¿Ella?
- La Señorita Candela Espósito, señor.
-Pablo: ¿Cande? -estaba anonadado -Ella no puede estar
aquí. Ella está en Stony Cross.
- Ella definitivamente está aquí, Sr. Martínez -Pablo
saltó de la cama como si lo hubieran electrocutado, buscando rápidamente su
bata para cubrir su desnudez.
-Pablo: ¿Ha pasado algo? -preguntó el -¿Cómo luce ella?
- Mojada, señor -Aún estaba lloviendo, Pablo se dio
cuenta con una creciente preocupación, preguntándose porque demonios Cande
vendría aquí en el medio de una tormenta. Demasiado preocupado para buscar sus
pantuflas o peinar su cabello, Pablo salió a grandes pasos de su cuarto,
siguiendo a su ayuda de cámara hasta la puerta.
Y allí estaba Cande, parada en un pequeño charco de agua.
Ella le sonrió, aunque sus ojos cafés almendrados estaban alerta bajo el borde
de un sombrero empapado. Justo en ese momento, observándola a través de la
puerta, Pablo Martínez, cínico, hedonista, borracho, libertino, se enamoró
desesperadamente.
Él nunca había estado tan completamente esclavizado de
otro ser humano. Tan encantadora y tontamente esperanzado. Miles de palabras de
afectos llenaron su mente, y se dio cuenta tristemente que él era el mismo
estúpido que había acusado de ser, el día anterior, a Lanzani.
-Pablo: Cande -dijo él suavemente, acercándose a ella. Su
mirada recorrió el rostro sonrojado y mojado de ella, mientras que pensaba que
ella lucia como un ángel manchado -¿Esta todo bien?
-Cande: Perfectamente -la mirada de ella siguió el frente
de su bata de seda hasta sus pies descalzos, y se ruborizó antes la comprensión
de que él estaba desnudo debajo. Sin poder evitar tocarla, Pablo se acercó y le
quitó el abrigo, dejando que una cascada de gotas cayera al suelo. Él se lo
pasó al ayuda de cámara, quien fue a colgar la prenda en un perchero cercano.
Le siguió el sombrero empapado, y luego Cande se quedó de pie temblando frente
a él, el dobladillo de sus faldas empapado y embarrado.
-Pablo: ¿Por qué has venido a la ciudad? -preguntó
suavemente.
-Cande: Tenía compras que hacer. Me estoy quedando en
Marsden Terrace. Y ya que nuestros respectivos alojamientos están tan cerca,
pensé en hacerte una visita social.
-Pablo: ¿En medio de la noche?
-Cande: Los negocios no abren hasta las nueve -dijo ella
razonablemente -Eso nos da tiempo para hablar -Él le echó una mirada irónica.
-Pablo: Sí, unas siete horas. ¿Pasamos a la sala?
-Cande: No, en tu cuarto -Ella se abrazó tratando de
evitar sus temblores. Pablo exploró la mirada de Cande, buscando una duda,
encontrando sólo la necesidad de conexión, de cercanía, que se comparaba a la
de él. Ella le mantuvo la mirada mientras continuaba temblado. Ella tenía frió,
pensó él. Él podría calentarla.
De repente Pablo se encontró actuando antes de darse la
oportunidad de pensar sensatamente.
Luego de cerrar la puerta detrás de ellos, encendió un
pequeño fuego en el hogar. Cande quedó parada frente a él, dócil, bañada por la
luz destellante naranja amarilla mientras él comenzó a desvestirla. Ella estaba
callada y pasiva, levantando sus brazos sólo cuando era necesario,
deshaciéndose de su vestido mientras caía en una masa húmeda. Uno a uno Pablo fue
dejando caer las húmedas prendas en la silla, despojando cuidadosamente capas
de muselina, algodón y seda del cuerpo de ella. Cuando la tuvo finalmente
desnuda, con la luz del fuego adornando su delgado cuerpo y su cabellera marrón
clara, Pablo no se interrumpió para mirarla. En lugar de ello se quitó su
propia bata y la cubrió con ella, envolviéndola en la seda que aún estaba
caliente por su propia piel. Cande se quedó sin aliento mientras él la
levantaba y la llevaba a la cama, tendiéndola en el medio de la arrugada ropa
de cama. Él acomodó el acolchado alrededor de ella y se unió a ella debajo de
él, abrazándola. Sujetándola al estilo cuchara, él apoyó su mejilla contra el
cabello de ella.
-Pablo: Cande... tengo que advertirte de las
consecuencias de lo que estamos a punto de hacer…
-Cande: Lo se -lo interrumpió ella, separándose de él.
Evidentemente ella no quería discutir nada de importancia en ese momento.
Mientras se deshacía de la bata, ella le regaló una sonrisa provocativa
-Hablaremos de ello más tarde.
--
La primera mañana de despertar en los brazos de Pablo le
hizo sentir a Cande como si el mundo se hubiera transformado mientras dormía.
Nunca había esperado volver a sentir esa íntima conexión con un hombre.
Cuando Pablo dormía, su rostro estaba privado de su
habitual inexpresividad, tenía el semblante de un severo ángel. Sonriendo,
Livia dejó que su mirada trazara la dura belleza de sus rasgos, la larga y
recta nariz, la exuberancia de sus labios, el pico que formaba le pelo que
hacía que un mechón ámbar dorado cayera sobre su frente.
-Cande: Eres demasiado apuesto para expresarlo con
palabras -le informó, cuando él bostezó y se estiró- me pregunto si puedes
conseguir que alguien te escuche seriamente, cuando probablemente lo único que
en realidad quieren sea sentarse y mirarte durante horas -Su voz estaba ronca
de sueño
-Pablo: No quiero que nadie me escuche en serio. Eso
sería peligroso -Sonriendo, Cande le retiró el pelo de la frente.
-Cande: Debo regresar a Marsden Terrace antes de que se
despierte la señora Smedley.
-Pablo: ¿Quién es la señora Smedley?
-Cande: Mi señora de compañía. Es vieja, dura de oído, y
también terriblemente corta de vista.
-Pablo: Perfecto -comentó con una rápida mueca- Tengo
unas reuniones esta mañana. Pero me gustaría escoltarlas a ti y a la señora
Smedley a alguna parte esta tarde, quizás un espectáculo de panorama.
-Cande: Es casi el amanecer -protestó ella, retorciéndose
bajo él- debo irme.
-Pablo: Será mejor que reces porque la señora Smedlley
duerma hasta tarde esta mañana -dijo él, ignorando sus protestas.
Mucho más tarde ese día, Pablo demostró ser la compañía
más entretenida que se pudiera imaginar, especialmente para la señora Smedley,
que parecía una imperiosa gallina con su túnica marrón y su cofia emplumada. Y
el hecho de que fuera americano no estaba a su favor, ya que la señora de
compañía era profundamente desconfiada con los extranjeros. Sin embargo, Pablo
se la ganó con el andar del tiempo por pura persistencia.
- …uno no debería nunca casarse con alguien que sea
similar en forma, temperamento y apariencia a uno mismo- les aconsejó a ambos
la chaperona- por ejemplo, un caballero de cabello oscuro, no debería casarse
con una morena, ni debería casarse un hombre corpulento con una muchacha excesivamente
equipada. El de buen corazón debería unirse con el de sangre fría, el nervioso
con el estoico, y el apasionado debería casarse con la cerebral.
-Cande: Entonces, ¿no está aconsejado que dos individuos
apasionados se casen?
- No, ciertamente -fue la enfática respuesta- ¡Piensa
sólo en la naturaleza excitable de sus niños!
-Pablo: Aterrador -dijo, elevando sus cejas con mofa
hacia Cande.
- Y la posición social es de lo más significativo -dijo
la señora Smedley- Sólo aquellos de la misma situación deberían casarse o si
hubiera desigualdad, el marido debería ser superior a la de la prometida. Es
imposible que una mujer respete a un hombre que esté por debajo de su
situación.
Cande se tensó súbitamente, mientras Pablo se quedaba
callado. Ella no tuvo que mirarle para saber que estaba pensando en Lanzani y
Lali.
-Cande: ¿Tendré una oportunidad de ver a Lanzani en
Londres? -le preguntó a Pablo, mientras la señora Smedley seguía perorando,
inconsciente del hecho de que no estaba siendo escuchada. Pablo asintió.
-Pablo: Mañana por la noche, si me haces el honor de
acompañarme al teatro.
-Cande: Sí, eso me gustaría -se paró antes de preguntarle
en voz baja- ¿Te ha mencionado Lanzani a mi hermana últimamente? -Él dudó, y le
lanzó una mirada precavida.
-Pablo: Sí.
-Cande: ¿Te ha dado alguna indicación de la naturaleza de
sus sentimientos hacia ella?
-Pablo: Se podría decir -replicó secamente- que está
bastante amargado, y muy deseoso de venganza. Las heridas que ella le dejó
tiempo atrás fueron tan profundas que casi fueron letales -Cande sintió una
corriente de esperanza seguida inmediatamente por una de desesperación.
-Cande: No fue por su culpa -dijo- pero ella nunca se
permitirá explicarle lo que ocurrió, o por qué se comportó como lo hizo -Pablo
la miró fijamente
-Pablo: Cuéntamelo.
-Cande: No puedo -dijo miserablemente- le prometía a mi
hermana que no revelaría nunca sus secretos. Nunca traicionaría a Lali…
-Incapaz de interpretar la expresión de él, frunció la frente con aire de
disculpa -Sé que debes echar en cara quedarme en silencio, pero…
-Pablo: Eso no es lo que estoy pensando.
-Cande: Entonces, ¿en qué estás pensando?
-Pablo: En que todo lo que aprendo de ti me hace amarte
más -A Cande se le interrumpió la respiración durante un segundo, atónita por
la admisión. Le llevó un largo rato hablar.
-Cande: Pablo…
-Pablo: No tienes que decirlo también -murmuró
él- por una vez, quiero tener el placer de amar a alguien sin pedirle nada a
cambio.
Continuará....
------------------------------------
Perdón por el retraso... tuve problemas... mm caninos!
katy ♥ no estoy segura de cuantos caps pero ya estamos en instancias finales!! jaja la maratón la hacemos.... mmmm MAÑANA??? ^-^
los siguientes caps son IMPORTANTES!!!!
más tarde les subo más!! ;)
justamente la maraton no es hoy y mñana?? si me salio la reclamona que hahy en mi jajajaaja
ResponderEliminarme encanta maaaaaaaaaaaaaas XD
ah! tenés razón ya es mañana!! jaja LA MARATON ES HOY MIÉRCOLES!!!!... y si quieren el jueves también!!! :D
Eliminarnooo q tierno q es PABLO... Y q suerte q tiene Cande aunq se lo merece por haber sufrido tanto... y espero q Cande logre convenser a Peter de su venganza xq se va a arrepentir mucho..!!!!
ResponderEliminarque tierno pablo!
ResponderEliminarMuy bueno!Cande se jugó,he llegado a la cuenta q en la época antigua(además de las noves q han subido aquí he leido una saga de 4 de época)las mujeres eran más liberales q ahora si nos descuidamos,como quien diría tenian el sí fácil para la pasión!JAJA
ResponderEliminarME mato pablo con lo ultimo q le dijo, esperemos q cande pueda hacer entrar en razones a lanzani...Espero más
ResponderEliminarjaja si que sea el maraton manana y el jueves pero para que se acabe el jeuves :P jaja es que se me va acortar el internet ese dia :(
ResponderEliminarbueno la nove jajaj no puedo creer que cande haya ido asi a en la noche con pablo y lo hiciera pense que nose que iba a ver mas histeriqueo se podria decir jaja mas
Maratoon miercoles y jueeeeeeveeees!!! Daaalee aaah amo la nove es tan ... Aaah!!! Asi es !! Jajajaj aaah qiero noveeee
ResponderEliminarBeeesos y espero muuuuuuuchos pero muuuchos maaas :)
@isiiteenatica
Estos capítulo impresiónante cada día las espositos están hasta las manos por los extranjeros, si extranjeros porq peter dijo que es americano
ResponderEliminarME ENCANTA ESTA NOVE
ResponderEliminar