El jueves después de las dos de la mañana, Cande fue a
espiar la oscura casa de solteros y fue a acosada inmediatamente en la entrada.
Reprimiendo el chillido de sorpresa, se encontró rodeada por el torso musculoso
de un gran hombre. Era Pablo vestido con una bata. Cande se relajó en sus
brazos y le devolvió sus besos ansiosamente, su lengua jugaba con la de él. Él
la besó como si hubieran estado separados por meses en vez de sólo unos días.
-Pablo: ¿Qué te tomó tanto tiempo? -le demandó él,
dándole un apretado abrazo antes de alzarla para ir a la habitación.
-Cande: Este indefinible ir y venir sobre los negocios no
es fácil, menos con la casa llena de invitados -protestó -Tuve que esperar
hasta estar segura que nadie podría verme deslizándome por la casa de los
solteros. Especialmente porque estamos bajo sospecha.
-Pablo: ¿Estamos bajo sospecha? -se paró frente al borde
de la cama y empezó a sacarle rápidamente el vestido.
-Cande: Bien, naturalmente, después que me fui a Londres
mientras tú estabas ahí. Y también está la manera en que tú me miras, que
prácticamente anuncia que somos amantes. Para un hombre que supuestamente es
sofisticado, tú eres terriblemente obvio.
-Pablo: Terrible -él estuvo de acuerdo. Alejándose con
una sonrisa en su rostro, Cande dejo su vestido, mientras se quedaba
completamente desnuda.
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-Pablo: Cande… -dijo él mucho tiempo después, acunándola
contra su pecho, mientras jugaba con los finos mechones de su pelo -¿Qué
pasaría si yo decido no volver a Nueva York? -Su mente se quedó en blanco. Preguntándose
si el realmente había dicho lo que a ella le pareció escuchar.
-Cande: ¿Estás pensando en quedarte en Londres? -le preguntó
ella -¿Por cuánto tiempo?
-Pablo: Por lo menos un año. Administraré la oficina de
Londres y desarrollaré negocios para nosotros en el mercado continental. Seré
tan necesario aquí como lo sería en Nueva York, si es que no más.
-Cande: Pero toda tu familia está en Nueva York.
-Pablo: Otra buena razón para quedarme aquí -dijo secamente
-Está claro que un período de separación sería tan beneficioso tanto para ellos
como para mí. Estoy cansado de actuar como el patriarca de mi familia, ellos
podrán con el maldito desorden que han hecho por su propia cuenta.
-Cande: Y qué hay de la fundición y de los negocios de
propiedad.
-Pablo: Le estoy dando a Lanzani toda la autoridad que
necesita para tomar cualquier decisión en mi ausencia. Él ha probado que está
listo para tomar esa responsabilidad. Confío en él más que en mis propios
hermanos.
-Cande: Yo pensé que no te gustaba Londres.
-Pablo: Me encanta -Anonada por su cambio de pensar,
cuando ella lo había escuchado decir exactamente lo opuesto la semana pasada,
Cande se tuvo que morder el labio para no sonreír.
-Cande: ¿Por qué te enamoraste de Londres tan
repentinamente? -Pablo empezó a acariciarle el pelo, tocando delicadamente el suave
lugar que tenía detrás de la oreja. Sus ojos la miraron, las motas doradas de
sus azules ojos brillaron.
-Pablo: Porque está más cerca de ti -Cande cerró sus
ojos, mientras sus palabras le daban la no querida esperanza. La fuerza de su
nostalgia parecía llenar toda la habitación.
-Cande: Pablo… -dijo ella -ya lo hemos discutido antes.
-Pablo: No te estoy pidiendo verte, ni cortejarte -le
dijo rápidamente -De hecho, insisto en no verte en por lo menos seis meses,
hasta que yo esté completamente seguro que he parado de beber. Yo sé que no es
un proceso placentero. He escuchado… por un tiempo voy a tener que trabajar muy
duro para sacar adelante la compañía. Por eso y por otras razones será mejor
para nosotros permanecer separados.
-Cande: ¿Qué quieres de mí? -se las arregló para
preguntar.
-Pablo: Que esperes por mí.
-Cande: No puedo permanecer más tiempo en Hampshire, o me
volveré loca. Necesito tomar mi lugar en la sociedad, hablar, reír, ir a
lugares.
-Pablo: Por supuesto. No quiero que te quedes enterrada
en Stony Cross. Pero no quiero que otros hombres… eso es, que no prometas
casarte con otro hombre, o que te enamores de un maldito vizconde -Pablo
frunció el ceño por esos pensamientos -Sólo quédate soltera por otros seis
meses. Eso no es mucho pedir, ¿no es cierto? -Ella consideró la respuesta con
un muy pensado ceño.
-Cande: No, por supuesto que no. Pero si tú estás
haciendo esto por mí...
-Pablo: Te estaría mintiendo si no te dijera que es en
parte por ti -le dijo francamente -Sin embargo, también lo hago por mí mismo.
Estoy asustado de terminar mi vida en las tinieblas -Cande movió su mano por su
antebrazo.
-Cande: Es posible que cuando tu emerjas de las tinieblas,
ya no me quieras más -dijo ella -Tu percepción tal vez se vuelva diferente, tus
necesidades a lo mejor van a cambiar... -Él tomó sus manos en las suyas,
entrelazando sus dedos.
-Pablo: Yo nunca pararé de necesitarte -Ella miró sus
manos entrelazadas.
-Cande: ¿Cuándo estás pensando empezar?"
-Pablo: ¿Te estas refiriendo a la endiablada condición de
sobriedad? -Lamento decirte que ya empecé. No he tomado un trago en doce horas.
Pero mañana temprano ya estaré hundido, seré un completo caos, y pasado mañana
probablemente ya habré matado a alguien –sonrió -Por eso es bueno que deje
Stony Cross.
-Cande: Me gustaría poder ayudarte -le dijo suavemente -Me
gustaría sufrir un poco por ti, para ahorrarte las penas.
-Pablo: Nadie puede ayudarme con esto. Es mi camino que
debo cruzar debo hacerlo por mi mismo. Y es por eso que no quiero que seas
parte de esto. Pero hay una cosa que si puedes hacer para hacerme este camino
más fácil... Algo que me ayudará a pasar los peores momentos... Yo sé que tú no vas a admitir que me amas y
entiendo por qué. Pero es un hecho que voy a pasar por seis meses de infierno,
¿no puedes darme un poquito de algo?
-Cande: ¿Cómo? -Él la miro especulativamente.
-Pablo: Un parpadeo.
-Cande: ¿Un qué? -le preguntó con confusión.
-Pablo: Si tú me amas… sólo parpadea. Una vez. Un
parpadeo con significado. No tienes que decirme las palabras, sólo...- Su voz
se fue hacienda cada vez más baja mientras su mirada se bloqueaba, y empezó a
mirarla con una ardiente determinación de un alma perdida que ha encontrado una
señal en el horizonte para volver a casa -Sólo parpadea…
Ella no pensó que sería posible amar de esa manera de
nuevo. A lo mejor algunas personas encontrarían que estaba siendo desleal con Victorio,
pero Cande no lo pensaba así. Victorio hubiera querido que ella fuera feliz,
que tuviera una vida llena. Ella hasta pensaba que él hubiera aprobado a Pablo Martínez,
que estaba peleando tan duro para superar sus fallos, un cálido humano,
aproximándose a hombre.
Pablo aún estaba esperando. Cande levantó su mirada con
una sonrisa. Muy deliberadamente, ella cerró sus ojos y volvió a abrirlos muy
lentamente, y lo miró con toda la calidez y brillo que le daba la esperanza.
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Lali estaba exhausta después de no haber dormido toda la
noche, y llena de un frío pavor cuando fue a los establos, donde ella le había
prometido encontrarse a Lanzani.
Todos los trabajadores de la casa estaban durmiendo
excepto por los que trabajaban dentro, que estaban ocupados echando carbón para
hervir agua caliente, y los que trabajaban en los establos y en los jardines.
Lanzani ya estaba ahí, esperándola cerca de la sala de
arreos. Lali estuvo tan tentada de correr hacia él, e igualmente de correr en
la dirección opuesta. Lanzani sonrió ligeramente, pero Lali se dio cuenta que
estaba tan nervioso como ella. Los dos eran conscientes de que esta iba a ser
una conversación que podía alterar todo el curso de sus destinos.
-Lali: Buenos días -se las arregló para decirle. Lanzani
la miró de una manera que los suspendió a los dos en una silenciosa tensión. Él
le ofreció su brazo.
-Peter: Vayamos al río -Lali sabía que una vez que él la
hubiera tomado, el lugar donde siempre habían estado solos. El lugar perfecto
para decir adiós, pensó ella desoladamente, tomando su brazo. Ellos caminaron
en silencio, mientras los tonos lavandas del cielo se convertían en amarillo
claro, y una larga, clara sombra cruzaba la hierba.
Ellos finalmente llegaron al claro que estaba cerca del
agua. Lali se sentó en una larga, piedra plana arreglando su falda
cuidadosamente, mientras Lanzani se quedó parado a unos metros de ella. Él se
agachó para tomar unas pocas piedras pequeñas. Una por una, lanzó las piedras
al agua con un movimiento hábil de su muñeca. Ella lo observaba, bebiendo con
la vista su alta forma, las líneas de su perfil, la fácil gracia de sus
movimientos. Cuando él se volteó para mirarla por sobre sus hombros, sus ojos
verdes estaban tan vívidos que casi parecía antinatural.
-Peter: Hay algunas cosas que quiero decirte –murmuró suavemente-
Se me va a hacer muy difícil, pero quiero hablarte honestamente, o lamentarme
por el resto de mi vida.
Una honda miseria la hundió. Honestidad la única cosa que
ella no podía darle en respuesta.
-Lali: Voy a rechazarte, sin importar lo que tú me digas
-Su aliento se sentía cáustico en su garganta, como si hubiera tomado ácido. Por
favor ahorrémonos a los dos el innecesario sufrimiento.
-Peter: No voy a ahorrarnos nada -dijo bruscamente -Es
ahora o nunca, Lali. Después que me vaya mañana, no voy a regresar.
-Lali: ¿A Inglaterra?
-Peter: A ti -Lanzani encontró una roca cerca de Lali y
se sentó en el borde de ella, inclinado hacia adelante apoyando los antebrazos en
sus muslos. El miró hacia arriba con una mirada penetrante -Fue la maldición de
mi vida que me hayan mandado a este lugar. Desde el primer momento que te vi,
he sentido la conexión que hay entre nosotros, una conexión que nunca debió
haber existido, y que nunca debió haber durado. Traté de admirarte desde la
distancia, tal como yo miraba las estrellas y sabía que nunca iba a poder
tocarlas. Pero éramos muy jóvenes, y yo estaba contigo muy seguido, para
preservar la distancia. Tú eras mi amiga, mi acompañante y después empecé a
amarte tan profundamente como ningún hombre ha amado a una mujer. Eso nunca
cambio para mí, aunque he estado mintiéndome por años -Paró un segundo y tomó
una larga bocanada de aire -Sin importar cuánto quiera negarlo, yo siempre te
amaré. Y sin importar cuanto desee ser otro del que soy, soy una persona común,
y tú eres la hija de un noble.
-Lali: Lanzani -le dijo ella suplicando -por favor, no…
-Peter: Todo mi propósito al regresar a Stony Cross era
encontrarte. Eso era completamente obvio, yo pienso, que no tenía ninguna razón
práctica para abusar de la hospitalidad de tu hermano. Por esa razón, no había
ninguna necesidad que yo viniera a Inglaterra, Pablo podría haberse manejado
perfectamente sólo mientras yo me quedaba en Nueva York. Pero necesitaba
probarme que lo que sentía por ti no era real. Quería convencerme que nunca te
había amado… y es que tú representabas todas las cosas que nunca iba a llegar a
tener. Pensé que un romance contigo iba a hacer desaparecer todas esas
ilusiones, y tú resultarías ser como todo el resto de las mujeres -Él estuvo en
silencio por un momento, mientras el tintineo de la canción de un mosquito de
caña perforó el aire -Entonces planee regresar a Nueva York y tomar una esposa.
Pero ahora después de haberte encontrado de nuevo, me he dado cuenta que nunca
fuiste una ilusión. Amarte ha sido lo más real que ha pasado en mi vida.
-Lali: No… -susurró, sus ojos picaban.
-Peter: Te estoy pidiendo, con toda la humildad que
poseo, que te cases conmigo, y vengas a América. Una vez que tu hermano se
case, no te necesitara mas como anfitriona. No tendrás ningún lugar en Stony
Cross. Pero como mi esposa, serás la reina de la sociedad de Nueva York. Tengo
una fortuna, Lali, y la posibilidad de triplicarla en los próximos años. Si
vienes conmigo, haré todo lo que esté a mi alcance para hacerte feliz. -Su voz
era tan tranquila, tan cuidadosa, la voz de un hombre que estaba haciendo la
apuesta más peligrosa de su vida -Obviamente será un sacrificio para ti dejar a
tu familia y amigos, y el lugar donde has vivido desde que naciste. Pero puedes
venir a visitarlos, cruzar el océano sólo toma doce días. Puedes comenzar una
nueva vida conmigo. Pídeme lo que quieras, Lali, te lo daré.
Con cada palabra que el pronunciaba, Lali sentía la
desesperación crecer en su interior. Apenas si podía respirar por el nudo que
la estrangulaba en su pecho.
-Lali: Debes creerme cuando te digo que es imposible que
seamos felices juntos. Me importas, Lanzani, pero yo... -Ella dudó y tomó una
profunda bocanada de aire antes de forzarse a continuar -No te amo de esa forma.
No puedo casarme contigo.
-Peter: No tienes que amarme. Aceptare lo que puedas
darme.
-Lali: No, Lanzani -Él se acercó a ella, se sentó, y tomó
una de las manos frías y transpiradas de ella. El calor de su piel la
sorprendió.
-Peter: Lali… -dijo él con dificultad -Mi amor es
suficiente para los dos. Y debe haber algo en mí que merezca ser amado. Si tu
sólo intentas...
La necesidad de decirle la verdad la estaba volviendo
loca. Y mientras lo consideraba, su corazón latía tan rápidamente que dolía, y
pinchazos recorrían todo su cuerpo. Ella trató de imaginarse la situación, contándole
la verdad, aquí mismo en este momento. No. No. Se sentía como una criatura
atrapada en una red, luchando en vano para liberarse de los hilos del pasado,
que la sofocaban en cada movimiento.
-Lali: No es posible -Las manos de ella se hundieron en
la suave seda de su propio vestido.
-Peter: ¿Por qué? -La pregunta fue hecha en un tono duro,
pero había una vulnerabilidad detrás de ella que hizo que Lali quisiera llorar.
Lali sabía que es lo que Lanzani quería, y necesitaba, una compañera que
gustosamente se rindiera ante él, dentro y fuera de la cama. Una mujer con la
sabiduría de enorgullecerse por todo lo que él era, y que no le importara las
cosas que él nunca sería. Lali había sido esa mujer una vez. Pero ahora eso no
volvería a suceder.
-Lali: No eres de mi misma clase -dijo ella -Ambos lo
sabemos -Era lo único que ella podía decir para convencerlo. En América él
podría, pero Lanzani había nacido en Inglaterra, y él nunca podría quitarse de
encima la preocupación por la clase que siempre había permeado cada aspecto de
su existencia, por dieciocho años. Pero que ese comentario viniera de ella era
el colmo de la traición.
-Peter: Por favor… -vino su desgarrado suspiro. Ella se
dio vuelta. Se mantuvieron así por un largo tiempo, ambos luchando con
emociones reprimidas, furia alimentándose de desesperación.
-Lali: No tengo un sitio a tu lado -dijo ella roncamente
-Mi lugar está aquí, con... con Lord Sandridge.
-Peter: No puedes hacerme creer que lo elegirías a él por
sobre mí, no después de lo que sucedió entre nosotros, ¡maldición! Me has
dejado tocarte, abrazarte, en una forma que nunca has dejado a él.
-Lali: He conseguido lo que quería -se obligó a decir -Y
tú también. Una vez que partas, veras que fue lo mejor -Lanzani casi destroza
la mano de ella cuando la aferró fuertemente. Girando la mano de ella hacia
arriba, él apoyó su mejilla contra ella.
-Peter: Lali -murmuró él, desnudándose inhumanamente de
todo orgullo -Tengo miedo de lo que me convertiré si tu no me aceptas.
La garganta y la cabeza de Lali estaban por estallar, y
finalmente comenzó a llorar. Ella soltó sus manos de las de él, cuando todo lo que
quería hacer era abrazarlo y no dejarlo nunca.
-Lali: Estarás bien -dijo ella temblando, y secándose las
lágrimas con la manga de su vestido mientras se alejaba sin mirar atrás -Estarás
bien, Lanzani, sólo vuelve a Nueva York.
Continuará...
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Así empezamos la maratón!!!
+20 FIRMAS
...y subo el siguiente capítulo
nooo por dios como puede ser tan terca y cruel a la vez Lali... esta lastimando demaciado a Peter y a ella tambien... xq se niega a lo inevitable y no acepta a Peter y se arriesga de una vez por todas...!!!!!
ResponderEliminarQUIERO MAS NOVEEEEEEEEEEEEE!!!!! ☺
mas mas mas mas mas mas mas
ResponderEliminarnove nove nove nove nove nove
ResponderEliminarnove nove nove nove nove nove
ResponderEliminarnove nove nove nove nove nove
ResponderEliminarmasssssss nove plissss
ResponderEliminarlali es terca y mucho eh que le diga la verdad a peter
Mas, mas, mas!
ResponderEliminarquiero que peter se entere de la verdad
ResponderEliminarQue ellos se arreglen!
ResponderEliminarYa basta de tanto sufrimiento para los dos!
ResponderEliminarMe encanta la pareja de Cande y Pablo!
ResponderEliminarQue el haga eso a medias por ella! es un tierno♥
ResponderEliminarMas, mas, mas, mas, mas, mas
ResponderEliminarAMO todas las noves que subis son geniales :)
ResponderEliminaruiggiufytcdtrdtjcgkguioñp esta genial
ResponderEliminarFalta poquito y llegamos a los 20 comentarios!
ResponderEliminarMAS NOVE :)
ResponderEliminarSI 20 QUEREMOS MAS! :)
ResponderEliminarmas mas mas
ResponderEliminarAaaaaaaaaaa
ResponderEliminarAsi de feas son las cicatrices... Por Dios cuando reaccionara Lali.
valiente Peter al tragarse el orgullo
HAY NO LALITER =(
ResponderEliminarSus cicatrices serán terribles pero las q quedarán en el alma de ambos serán peores!Q alguien la haga recapacitar!
ResponderEliminarhayy noo :(
ResponderEliminarNOOOOOOOO :( Lali!!!! porqe!!!?!?!?! siempre me cambia el rumbo de la historia, una vez qe el otro sanguango(? se decidia!!! ella le dice qe noo :S porqe!!! :P jajajaja ME ENCANTAA LA NOVE ♥ MUCHAS GRACIAS!! ♥
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