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miércoles, 27 de mayo de 2015

Cap / 42



            Asustado, se volvió y vio que Lali se tiraba al suelo y se acurrucaba encima de una forma tendida en la carretera. Temblaba sacudida por los sollozos y entonaba suavemente unas cuantas palabras.

            —¿Ese... soy yo? —preguntó perplejo, retrocediendo. Se miró los brazos y las piernas. No tenía. No tenía cuerpo. Era invisible. Miró las dos siluetas de la carretera... el cuerpo sobre el que Lali estaba agachada—. Soy yo —dijo, pasando en un abrir y cerrar de ojos de la alegría a la desesperación.

            Quería llorar, sentía la agonía de la pena, pero sus ojos permanecían secos.

            —Nunca se acostumbra uno a sentir una profunda pena sin llorar lágrimas —oyó que decía una voz a su lado—. ¿Quién hubiese pensado que una de las cosas que más se echan de menos es llorar?

            —Fermín. —Peter se volvió, agarrándose los antebrazos con desespero. Le chocó ser capaz de notar la textura y la fuerza de una forma humana—. ¿Qué hago ahora? —preguntó.

            —Nada. —Fermín lo miró con lúgubre compasión—. No puedes hacer nada más que observar.

            Peter se volvió a mirar a Lali sin poder evitarlo.

            —La amo. Tengo que estar con ella.

            —No puedes.

            —¡Maldita sea! ¡No he podido siquiera despedirme de ella!

            —No eres de los que toman sus precauciones, ¿verdad? —comentó Fermín.

            —Hay cosas que debes saber. Mi vida no puede haberse terminado. No he pasado el tiempo suficiente con ella.

            Fermín parecía exasperado.

            —¿Qué crees que estado intentando decirte, cabeza de chorlito?... ¡Espera! Acabo de oír algo.

            Lo único que Peter oía era que Lali se había callado.

            Fermín miró como un loco hacia el cielo, distanciándose un par de pasos.

            —¿Qué haces? —le preguntó Peter.

            —Alguien intenta decirme algo. Oigo una voz. Un par de voces.

            —¿Qué dicen?

            —Si cerraras la boca el tiempo suficiente para que lo oyera, entonces... —Prestó atención al cielo de nuevo—. Vale. Ya lo tengo. Sí. Está bien. —Al cabo de un momento miró a Peter—. Me permiten ayudarte.

            —¿Quiénes?

            —No estoy seguro, pero han dicho que solo tenemos unos quince segundos antes de que sea demasiado tarde.

            —¿Demasiado tarde para qué?

            —Cállate. Acaban de decirme cómo arreglar eso e intento recordarlo todo.

            —¿Arreglar qué? ¿Arreglarme a mí?

            —No me distraigas. Cierra el pico y ponte junto al cuerpo.

            El cuerpo. Su cuerpo. Peter deseaba tanto estar vivo, volver a estar dentro de aquella concha basada en el carbono aunque fuera un momento... Solo lo suficiente para decirle a Lali lo que significaba para él. De pie junto al cuerpo tirado de bruces, vio su propio rostro. Lali le acariciaba la mandíbula inmóvil, con los dedos temblorosos sobre sus labios abiertos. Los sonidos que emitía eran como la tela de un alma al ser rasgada. Jamás hubiera soñado que alguien sintiera tanta pena por él.

            Los preciosos segundos transcurrían.

            —Fermín —le dijo desesperado, sin poder apartar la mirada de Lali—, no pasa nada.

            —Yo me ocuparé de mi parte. —El fantasma estaba a su lado—. Tú ocúpate de la tuya.

            —¿En qué consiste?

            —Céntrate en Lali. Dile lo que le dirías si pudieras pasar un par de minutos más con ella. Haz como si pudiera oírte.

            Peter se arrodilló junto a ella, deseando poderle acariciar el pelo y secarle las lágrimas, pero no podía acunarla en sus brazos. No podía sentirla ni olerla ni besarla. Lo único que podía hacer era amarla.

            —¡Lo siento tanto! —dijo—. No quiero dejarte. Te quiero, Lali. Eras el único milagro en el que he creído. Vales por todos los demás. Ojalá pudieras oírme. Ojalá lo supieras. —Se sentía mareado, notaba que se fragmentaba, que los enlaces de materia espiritual se disolvían. Los restos de consciencia se deslizaron entre los márgenes borrosos entre esta vida y la otra. Sus últimos segundos se le agotaban. Ya no podía hablar, solo le quedaban los pensamientos, como una hilera de piezas de dominó cayendo. «Da igual en qué me convierta... te amaré. Ninguna fuerza del cielo ni del infierno me detendrá y maldito sea quien lo intente. Te querré eternamente.»

            Todo se oscureció. Las estrellas se extinguieron y el cielo se desplomó y el mundo se cerró sobre sí mismo.

            —Blasfemando hasta el final —oyó Peter que alguien decía con acritud—. No es que me sorprenda.

            Peter reconoció la voz de Fermín. Tuvo la sensación de estar recubierto de plomo, porque le pesaban demasiado las extremidades para poder moverlas. Y entonces la idea lo alcanzó como un mazazo: tenía cuerpo. Tenía forma física.

            —No ha sido fácil volver a meterte ahí —le dijo Fermín—. Ha sido como intentar volver a meter el dentífrico en el tubo.

            Experimentando un torrente frenético de sensaciones, Peter percibió que estaba tendido en el asfalto, con el cuello doblado por el modo en que Lali le sostenía la cabeza contra el pecho. Tenía los pulmones a punto de reventar.

            —Intenta respirar —le sugirió Fermín.

            Peter tragó una bocanada de aire fresco y maravilloso, abrió los ojos y empezó a moverse.

            Lali soltó un grito de espanto.

            —¡Peter! —Le pasó las manos temblorosas por el cuerpo—. Pero si estabas... tenías el pecho completamente... no había modo de que pudieras haber... —Abrumada por la emoción, se cubrió la mano con una mano y lo miró con asombro.

            Con esfuerzo, Peter se incorporó hasta sentarse. Agarró a Lali por la muñeca, tiró de ella y le plantó un beso en los labios. Notó en la boca el sabor salado de sus lágrimas.

            —Te quiero —le dijo con la voz ronca.

            Respirando entre sollozos, Lali lo miró con los ojos llenos de lágrimas.

            Fermín.

            —Ayuda a Elena —le urgió Fermín—. Tiene que entrar en la casa.

            La anciana estaba arrodillada cerca, mirándolos soñolienta. La brisa le echaba mechones de pelo plateado sobre la cara.

            Peter se puso de pie con dificultad y levantó a Lali.

            —A lo mejor no deberías intentar caminar —protestó Lali.

            —Estoy bien.

            —Peter... estabas herido. Lo he visto.

            —Sé el aspecto que seguramente tenía —le dijo él con dulzura—, pero todo está bien. Te lo prometo.

            La conductora del coche, una consternada mujer de mediana edad, farfullaba algo sobre el seguro y números de teléfono y llamar a los paramédicos.

            —Si te ocupas de ella, yo me llevaré dentro a Elena —le dijo Peter a Lali y, sin esperar a que le respondiera, cogió en brazos a la anciana y se la llevó a la casa. Pesaba asombrosamente poco.

            —Gracias por salvarme —le dijo.

            —No ha sido nada.

            —He visto cómo te ha golpeado el coche.

            —Solo ha sido un golpecito.

            —El parachoques delantero ha quedado abollado y el faro se ha roto —insistió ella.

            —Ya no se fabrican coches como los de antes.

            Elena soltó una risita.

            Peter la entró en la casa y la llevó directamente al dormitorio. Después de dejarla en la cama, le quitó las zapatillas y la tapó hasta la barbilla.

            —Estaba buscando a Fermín —le dijo Elena, dándole una palmadita en la mejilla.

            Peter se inclinó para besarle la frente.

            —Está aquí —murmuró.

            —Ya lo sé.

Continuará...

+10 :')!!

14 comentarios:

  1. Que lindo cap! subi otroooooooooooo

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  2. hay no podria creer que estaba muertoo! espero mas

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  3. quiero otroo capitulooooo por favorrr

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  4. máááááááááááás

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  5. QUE HISTORIA MAS HERMOSA, ESPERO QUE PUEDAS SUBIR OTRO RAPIDO. SALUDOS..

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  6. otroooooo mass plisss

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  7. Insulta hasta muerto Peter jajaja :'( q bueno q Fermín lo ayudo y q le dieron una nueva oportunidad ♡♡

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  8. Gracias a Dios ,Fermín pudo ayudarlo.
    Elena ya está más tranquila

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  9. Ahhhhhh por un momento pensé que donde hija a morir !!!!!!!

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