Por
la mañana se trataron con la ligereza de dos personas que intentan fingir
desesperadamente que nada ha cambiado cuando en realidad todo es diferente. A Lali
le resultaba insoportable simular que estaba contenta y alegre viendo el modo
en que Peter se alejaba de ella. Mantuvieron una conversación impersonal
mientras él la llevaba en coche a su casa. Era absolutamente espantoso, pensaba
ella, deprimida y desafiante. Sabía con todo su ser que Peter la amaba pero
nunca lo admitiría, que quería que lo amara pero nunca permitiría que lo
hiciera.
El
coche de la enfermera estaba en el camino de entrada. Mery ya había vuelto de
la posada.
Lali
se detuvo en la puerta, se volvio y miró a Peter.
—Anoche
me divertí —dijo alegremente—. Gracias.
Él
se adelantó y le plantó un ligero beso seco en los labios, sin mirarla
directamente a los ojos.
—Fue
divertido —convino.
—¿Nos
veremos después? —le preguntó Lali—. ¿Esta noche, tal vez?
Peter
negó con un gesto.
—Estaré
ocupado los dos próximos días con eso de Inari, pero te llamaré.
—No...
no lo...
Peter
la miró inquisitivamente.
Lali
no quería continuar fingiendo. La idea de esperar y hacerse preguntas mientras
su relación se escurría como la arena de un reloj era demasiado deprimente.
Tenía que ser honesta con él.
—Lo
que te dije anoche... Si te asusté, lo siento, pero no puedo volverme atrás ni
quiero hacerlo.
—Yo
no...
—Por
favor, déjame terminar —le pidió con una sonrisa temblorosa—. Si en este
momento quieres romper, bien. —Le tocó la tensa mejilla—. Ahora bien... si
quieres que sigamos, no podemos fingir que lo de anoche no pasó. Tienes que
sentirte bien con el hecho de que te quiera, porque si no es así, no deberíamos
volver a vernos más.
Peter
estuvo callado un rato, inexpresivo.
—Tal
vez debamos tomarnos un descanso.
—De
acuerdo —susurró ella, con el alma en los pies.
Se
había acabado. Estaba allí mismo, con ella, pero la distancia entre los dos era
infinita.
—Solo
de unos días —añadió Peter.
—Claro.
—Tenía ganas de rogarle: «No me dejes. Deja que te ame. Te necesito.» Sin
embargo consiguió tragarse las palabras antes de pronunciarlas.
—Pero
si necesitas algo, llámame —le dijo Peter.
Jamás.
No le haría aquello a él ni se lo haría a sí misma.
—Sí.
—Se dio la vuelta y rebusco la llave en el bolso. De algún modo consiguió abrir
la puerta—. Adiós —dijo sin volverse. Le ardían los ojos. Entró y cerró la
puerta.
El
fantasma no dijo nada hasta que hubieron vuelto a Rainshadow Road. Peter se
sentía enfermo y agotado. No había pegado ojo en toda la noche. Se la había
pasado mirando a Lali mientras ella fingía dormir. Anhelaba subirse a la
furgoneta y volver con ella pero, al mismo tiempo, si le decía aquellas tres
palabras... no lo... Habían sido el motivo de la ruptura. Sabía que estaba jodido,
nunca lo había dudado siquiera, pero sobre aquello no podía bromear ni podía
tomárselo a risa ni ignorarlo. Era doloroso.
Fue
a la cocina y vio el sitio donde Lali se había apoyado mientras la desnudaba.
Recordó el intenso placer de la noche anterior, la absoluta felicidad y la
ternura de un acto físico que solo podía ser descrito como «hacer el amor».
Nunca había experimentado nada semejante y esperaba no volver a experimentarlo.
Posó
los ojos en una botella de vino semivacía, tapada con un corcho. El vino de Gastón.
A pesar de lo temprano que era, Peter deseaba una copa más que nunca. Siempre
que algo iba mal, algo en sus entrañas pedía a gritos alcohol. Se preguntó si
eso dejaría de ser así alguna vez. Tragó el exceso de saliva y fue al fregadero
para echarse agua en la cara.
Detrás
de él, el fantasma habló:
—Así
que es esto, supongo.
—No
te escucho —dijo Peter con la voz ronca, pero el otro siguió sin inmutarse.
—Lali
ha cometido el imperdonable crimen de decir que te ama, aunque no tengo ni la
más remota idea de por qué, así que la abandonas. ¿Sabes lo más graciosos? He
oído a Darcy decirte docenas de veces lo mucho que te odiaba y parece que no te
basta. ¿Por qué te resulta más fácil tolerar a una mujer que te odia que a una
que te ama?
Peter
se dio la vuelta, secándose el agua de la cara con una mano, y apartándose los
mechones mojados de la frente.
—Eso
no dura.
—Eso
solía pensar yo —dijo el fantasma. El silencio de Peter era pétreo—. Nunca he
entendido por qué estoy encadenado a ti. Probablemente nunca lo entienda. Nada
de esto tiene sentido. Tendría que estar unido a Elena, no a ti. ¿Qué va a ser
de ella cuando muera y yo no esté? —Parecía enfermo y derrotado.
—No
pasará nada. Va a morirse estés o no tú aquí. Su existencia se acabará cuando
deba acabarse y la tuya terminará cuando deba terminar y si Dios quiere. Yo me
quedaré solo.
—Tú
no crees en Dios. No crees en nada. Me preguntaste si podía encontrar un modo
de desaparecer y te dije que tenía miedo de intentarlo y no ser capaz de hablar
contigo nunca más. Ya me da igual. Bien podría ser invisible. —Vio que Peter
volvía a mirar la botella de vino y torció la boca, sarcástico—. Adelante,
tómate una copa. ¿Qué más da? Te la serviría yo si pudiera.
Desapareció
en un abrir y cerrar de ojos.
La
cocina estaba en silencio.
—¿Fermín?
—llamó Peter, aturdido por la completa ausencia de movimiento y de ruido.
No
hubo respuesta.
—¡Ya
era hora! —gritó Peter. Se acercó a la botella de vino y la agarró. Al notar el
peso del líquido que contenía, el modo en que chocaba contra el vidrio, como
tinta, el ansia lo desgarró. Sacó el corcho con los dientes y se dispuso a
tomar un trago. Con el rabillo del ojo, sin embargo, vio que una sombra se
deslizaba por el suelo.
Con
un movimiento brusco, arrojó la botella contra la forma oscura y el cristal se
hizo añicos. El vino salpicó los muebles. El aroma intenso del cabernet llenó
la cocina. Peter se sentó y apoyó la espalda en el armario, agarrándose la
cabeza con las manos, mientras el líquido rojo formaba un charco en el suelo
que iba extendiéndose.
Continuará...
+10 :(
últimos capítulos!
Noo!!! Subiii massss
ResponderEliminarOhhhh maaaas!!!
ResponderEliminarAy peter haces todo mal :(
ResponderEliminarMas!
Massssssssd
ResponderEliminar++++++++++++
ResponderEliminarmassssssssssss
ResponderEliminarSube maaaaas...
ResponderEliminar++++
ResponderEliminar9!!
ResponderEliminar10!
ResponderEliminarmassssss
ResponderEliminarotrooooooooooo
ResponderEliminarY nada ,k no se deja amar
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